El día 17 de agosto nos dimos cita en la plaza San Juan Pablo II, algunos alumnos, apoderados, profesores, funcionarios del Colegio Teresa Videla, para compartir una muestra de las acciones solidarias que a través de la pastoral del Colegio se han realizado. Es emocionante descubrir el impacto que puede causar una sonrisa, un saludo, una mampara, incluso el regalo de un caramelo. Es lo que pudimos experimentar. En este mes de la solidaridad queremos despertar esa semillita que se encuentra en nuestro interior y ayudar a que nuestros hermanos descubran la necesidad de ayudarnos unos a otros.
Fue muy gracioso descubrir que no estamos a acostumbrados a la gratuidad. Observamos que al sorprender a algunas personas, que transitaban por las calles, con el obsequio de un caramelo, hubo quienes lo querían pagar, otros preguntaban la razón, algunas otras nos comentaban ¿qué debían hacer? Nuestra respuesta fue tener en este día un detalle de solidaridad. Algunos lo agradecieron, otros no se atrevieron ni agradecer y no faltó el que se contagió con el detalle.
Que no olvidemos la oportunidad de seguir construyendo un mejor país. Que vivamos la invitación de padre Hurtado “Dar siempre dar, hasta que se nos caigan los brazos de cansancio”
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