La fe sin obras no es fe, es por ello que los laicos Josefinos Trinitarios del Colegio Teresa Videla, junto con el centro de padres ofrecieron una once a los hermanos del Hogar de Cristo. Pudieron disfrutar de una rica cazuela y un rico postre. La once resultó un compartir muy hermoso, además del rico plato, se disfrutó de la una convivencia alegre y enriquecedora y el gozo de haber acompañado a los que tienen necesidad de compañía y acogida.
No sólo de pan vive el hombre, san Pablo nos lo recuerda. Es verdad, nuestros hermanos del Hogar de Cristo nos ayudaron a bendecir los alimentos y a dar gracias por lo que el Señor les regala cada día. Tal vez para nosotros un plato de cazuela no significa mucho, pero para quienes, en ocasiones es la única comida al día que realizan, es mucho.
Sigamos uniendo fuerzas y trabajemos porque Dios nos haga más sensibles a las realidades que se viven en el país. Que Dios Trinidad nos siga iluminando el camino del compartir y la ayuda a los que tiene menos. Seamos solidarios, como dijera Padre Hurtado “Transformar nuestra vida diaria en apostolado; que nuestro día sea una Misa prolongada.”
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